Por Gabriel Mysler, Director de Innovation@Reach y Managing Director de Integrity Meter.
Si pudiéramos pararnos en el año 2030, tal vez, lo más difícil sería entender por qué en 2020 –teniendo toda la tecnología, el saber y las habilidades disponibles – el Seguro seguía siendo esencialmente un pagador de siniestros.
Riesgo, peligro y vulnerabilidad son conceptos muy claros para el seguro, pero muchas veces quedan recluidos en el área del risk assessment y el risk management, como maneras de disminuir la exposición, como exigencias para pagar primas más bajas, o – peor aún – como condiciones necesarias para acceder al seguro. Son (desde esta perspectiva) condiciones de la aseguradora y no beneficios para el asegurado.
Si la tecnología está disponible y si prevenir es siempre mucho mejor que curar… Por qué el Seguro no pone más foco y fuerza en la prevención?
Asomarse al futuro
Peter Diamandis es un emprendedor y fundador de más de 20 empresas en áreas tales como longevidad, espacio, inversiones y educación. Diamandis autor del best seller “El futuro es más rápido de lo que piensas” y co-creador de Singularity University junto con Ray Kurzweil presentó recientemente sus 20 Megatendencias para 2030.
Es muy interesante ver que el Seguro figura en el número 11 de sus 20 Megatendencias. Diamandis afirma: “La industria de Seguros se transforma de “recuperación después del siniestro” a “prevención del riesgo”. Hoy, el seguro contra incendios paga después de que la casa se incendia; el seguro de vida paga a los familiares después de la muerte del asegurado y el seguro médico (que en realidad es un seguro por enfermedad) paga solo después de que uno se enferma. En la próxima década, una nueva generación de proveedores de Seguros aprovechará la convergencia del machine learning, los sensores ubicuos, la secuenciación del genoma de bajo costo y la robótica para detectar riesgos, prevenir desastres y garantizar la seguridad y prevención antes de incurrir en costos.”
Prevenir, predecir, disminuir el impacto, detección temprana… Son palabras que tenemos que incorporar a nuestro vocabulario. Son más cálidas y humanas que términos como “denuncia”, “prima”, “premio”, “deducible” o “siniestros”.
El seguro debe dejar de ser un mal necesario para ser un bien deseado.
Prevenir, predecir, disminuir el impacto, detección temprana… Son conceptos más cercanos a la gente. El seguro debe dejar de ser un mal necesario para ser un bien deseado.
Ser vacuna, no solo antibiótico.
Si pagamos ante un evento, somos el esperado antídoto. Eso nos ha hecho ser necesarios, exitosos y rentables durante más de tres siglos. Pero también nos adormeció y nos ayudó a no querer salir de nuestra zona de confort. Si ayudamos a prevenir y a detectar de manera temprana, tendremos la oportunidad de estar junto a nuestro cliente todo el tiempo y no solo ante el siniestro. Podremos conocerlo mejor y “vivir” con él. Hablaremos con él, lo escucharemos más y lo involucraremos en las decisiones.
Tímidamente, ya se ven algunos esbozos de esta Megatendencia que plantea Peter Diamandis pero aún la mayoría basados en el ahorro de dinero: “Si te cuidas, haces deporte y no fumas pagarás menos en tu seguro de vida, si manejas mejor te disminuye la prima en el seguro de tu vehículo”. Si bien el incentivo económico es importante, si nos centramos en el precio, seguiremos ofreciendo descuentos y no prevención. El precio es importante, pero vuelve el Seguro un commodity. El precio es importante, pero si se vuelve demasiado importante el servicio se degrada y la percepción de calidad disminuye.
El cliente digital nos pide diálogo, interacción y agilidad para hacer su vida mejor: Vivir mejor significa poder vivir en bienestar, con tranquilidad y seguridad. El Seguro 3.0 debe surfear la evolución tecnológica, moverse a la velocidad de los cambios, a la velocidad de las nuevas exigencias y a la velocidad de las nuevas demandas de servicios y coberturas. El futuro del Seguro lo construimos hoy.